
Trastorno obsesivo compulsivo
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) se caracteriza por obsesiones, es decir, imágenes/pensamientos/impulsos intrusivos, no deseados y repetitivos que generan ansiedad, y por compulsiones como comportamientos/acciones/evitaciones mentales que se llevan a cabo para reducir y neutralizar la ansiedad experimentada.
¿Qué es el trastorno obsesivo compulsivo?
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) se caracteriza por obsesiones, es decir, imágenes/pensamientos/impulsos intrusivos, no deseados y repetitivos que generan ansiedad, y por compulsiones como comportamientos/acciones/evitaciones mentales que se llevan a cabo para reducir y neutralizar la ansiedad experimentada.
El TOC se caracteriza por un círculo vicioso en el que los síntomas normalmente se intensifican con el tiempo. De hecho, si al principio uno se beneficia de realizar las compulsiones porque se reduce el malestar causado por las obsesiones. A la larga, la realización de estos comportamientos refuerza y agrava el trastorno y, aunque el enfermo es capaz de reconocer su irracionalidad, es incapaz de resistirse a él.
Aunque los pensamientos y comportamientos específicos del TOC pueden variar de un individuo a otro, este proceso circular es el mismo para todos.
Síntomas del trastorno obsesivo compulsivo
Se pueden distinguir algunas dimensiones comunes de los síntomas:
- LIMPIEZA: miedo a la contaminación. Genera, generalmente, compulsiones de lavado de manos frecuente.
- CHECK: comprobaciones repetidas de objetos (horno apagado, puertas cerradas) considerados fuentes potenciales de peligro.
- SCETTICI O PECCATORS: miedo a que, si no todo es perfecto o no se hace de una determinada manera, les ocurra algo terrible a ellos o a sus seres queridos.
- CÁLCULO: obsesión por el orden y la simetría, supersticiones en relación con determinados números-colores-posiciones.
- COLECCIÓN: acumulación y almacenamiento compulsivo de objetos innecesarios.
El mero hecho de tener pensamientos obsesivos o realizar conductas rituales no significa que se padezca un TOC. Muchas personas tienen obsesiones o compulsiones menores, pero son capaces de afrontar la vida sin mayores problemas.
Quienes padecen un trastorno obsesivo compulsivo están sometidos a un estrés tremendo, que puede interferir significativamente en las rutinas de la vida diaria, el trabajo y las relaciones sociales.
¿En qué podemos ayudarle?
Numerosos estudios, como atestigua la Asociación Americana de Psicología, han confirmado definitivamente que la terapia cognitivo-conductual (TCC), con o sin medicación, es la más eficaz en el tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo.
Esta forma de psicoterapia implica dos tipos de intervención en el tratamiento del TOC: conductual y cognitiva.
La técnica conductual de elección utilizada es elexposición con prevención de respuesta (ERP), en la que el paciente, junto con el terapeuta, se expone repetida y gradualmente a los pensamientos obsesivos, aprendiendo que la ansiedad se reduce espontáneamente, por habituación, incluso sin emitir el ritual compulsivo. La prevención de la respuesta implica la suspensión o el aplazamiento del comportamiento compulsivo.
Por lo tanto, se enseña al paciente a tolerar y gestionar la respuesta ansiógena generada por las obsesiones para que pueda resistirse a realizar los comportamientos compulsivos y romper el círculo vicioso del TOC.
La intervención cognitiva, por su parte, se centra en los pensamientos disfuncionales, el sentido exagerado de la responsabilidad, la sobrestimación del peligro, la incapacidad para aceptar el riesgo y tolerar la incertidumbre.
Por lo tanto, se enseña al paciente a:
- REDEFINIR: reconocer los pensamientos, imágenes e impulsos obsesivo-compulsivos resultantes del TOC.
- REACCIONAR: darse cuenta de que la intensidad y la intrusión del pensamiento/impulso/imagen son causadas por el TOC y están vinculadas a un desequilibrio bioquímico cerebral.
- REFOCUS: evite los pensamientos obsesivos centrando la atención en otra cosa, al menos durante unos minutos, haciendo otra cosa.
- REVISIÓN: considerar que el pensamiento obsesivo no tiene sentido en sí mismo y reconocer que no tiene significado ni valor.
La psicoterapia cognitivo-conductual también puede combinarse con otras formas de tratamiento, como:
DROGOTERAPIA: Los fármacos más utilizados en el tratamiento del trastorno son los antidepresivos y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. Sin embargo, un porcentaje de pacientes con TOC no responde o responde de forma incompleta al tratamiento farmacológico. Los medicamentos, por tanto, pueden ser útiles pero no son suficientes por sí mismos para aliviar los síntomas del TOC y, como se recomienda, deben ir siempre acompañados de psicoterapia cognitivo-conductual.
TERAPIA FAMILIAR: El TOC suele ser la causa de problemas en la vida familiar, rompiendo el equilibrio y dificultando el funcionamiento familiar. Por este motivo, a menudo se sugiere optar por la terapia familiar para fomentar la comprensión del trastorno y reducir los conflictos intrafamiliares.
TERAPIA DE GRUPO: La interacción entre distintos enfermos de TOC reduce la sensación de aislamiento y proporciona apoyo y ánimo.